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La historia sólo es una excusa...

En Madrid, un hombre separado, con una aparente buena situación social y económica, se entera de que su ex mujer ha formado una nueva familia y lleva a vivir a su hija a un camping. Él, que nunca quiso separarse, se ve violentado por la situación de felicidad de su ex pareja y decide pedir la tutela de la menor.

 

La niña sería la más perjudicada con esta decisión; viviría la mayoría del tiempo con  una “canguro”. No desea ir a vivir durante la semana con su padre porque las costumbres de vida de él, la llevarían a  perder  la frecuencia de contacto con su madre, la naturaleza, los vecinos, sus amigos reales y del ciberespacio. La niña decide realizar algunas acciones junto con sus amigos cibernéticos (máscaras), su abuela y el público presente, para tratar de modificar los hechos. La abuela  va incorporando ciertos aspectos de las TICs en su visión del mundo; la secretaria del juez se anima con su vida y toma algunas decisiones; el juez, después de fallar a favor del padre, recibe un archivo de texto que lo hace reflexionar sobre su propia vida y sentir deseos de recomponer su relación matrimonial. El padre recibe la noticia del desahucio de su casa teniendo que dejar las cosas como están. La niña, al enterarse de que todo queda igual, le prepara un regalo de agradecimiento a su padre del cual participan todos los presentes en la función.

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